Hoy no quiero compartir con vosotr@s un nuevo outfit sino que hoy escribo porque creo que es necesario conocer diferentes versiones para poder opinar de un tema.
Seguro que habéis visto un montón de artículos relacionados con la estrella de Instagram Essena O’Neil.
Yo, desde luego, desde ayer, no he parado de verlos por todas partes y por eso me he decidido a escribir un post sobre ello.
En mi Facebook privado he escrito una publicación que rezaba lo siguiente:

«Todo el mundo se ha hecho eco de la noticia de la modelo e instagramer Essena O Neil. Todos estáis amándola por «ser real».En mi opinión, ella no era feliz y por eso critica todo ese mundo.Por supuesto, no me estoy comparando. Yo no soy nadie, escribo un blog y tengo unos cuantos seguidores en Instagram. Pero es que a mí sí me gusta y sí me hace feliz. A mí no me importa sacarme 300 fotos para subir la «foto perfecta». Y no me importa porque me gusta el proceso. El de fotografiarme, el de seleccionar las fotos… Vale, editarlas ya no me gusta, pero bueno, me entendéis.
Y no, a mí no me pagan por sacar vestidos pero sí, algunas veces me regalan cosas. Y a muchas Instagramer, bloggers y youtubers también. Y eso es a base de trabajo.


Y realmente, hoy en día, no me parece lícito afirmar que «te quita todo el tiempo del mundo una red social» cuando, en su caso, le pagaban un montón de dinero por publicar esa foto.
Si te pagan, estás trabajando. Ahora, otra cosa es pretender que sin hacer absolutamente nada, te paguen. Lo suyo será hacer esas 300 fotos y conseguir la foto perfecta.
Hay gente que cobra menos al mes por contestar llamadas durante todo el día de clientes enfadados o sentada detrás de la caja de un supermercado y para mí eso es más duro. Pero nadie sale en defensa de esas personas a las que ya les gustaría cobrar por una foto 2000€ y aun encima, renovar armario.
No sé, es mi opinión, quizás vosotr@s no estéis de acuerdo, pero es que ni lo malo es tan malo ni lo bueno es tan bueno»

Martina Lubian con abrigo de pelo gris

 

Yo no sé qué opináis al respecto. Pero la verdad es que a mí no me parece justo. Hacerse una cuenta de Instagram y compartir fotos en las que muestres un cuerpo perfecto y una belleza envidiable es tu decisión. Si tú no eres feliz con eso, ¿por qué generalizar y condenar a las redes sociales como si todo el mundo fuera infeliz por culpa de ellas?
Nadie te impone que te abras perfiles en redes sociales. No tienes a nadie que te mande y tú eres dueña de lo que publicas.
Las marcas no van a tu casa y te amenazan de muerte si no aceptas colaborar con ellas.
 
Bajo mi punto de vista, Essena O’Neil no era feliz por muchos motivos. Puede que la condición de estrella de Instagram hubiera ayudado a crearle estrés o presión de algún tipo. Pero las cosas tampoco son tan negras como cuenta.
Yo, por ejemplo, soy feliz con lo que hago. Me gusta estar pendiente del blog, de Instagram… Incluso cuando me da pereza y tengo que hacer fotos sí o sí, al final eso que me daba pereza me alegra de alguna manera el día.
Y no, por supuesto que no tengo ni un cuarto de los seguidores que tenía ella, pero creo que el tener más o menos te hace tener también más o menos oportunidades de colaborar o hacer proyectos verdaderamente emocionantes.
 
No sé. Esta es la humilde opinión de alguien que gracias a las redes sociales puede expresar su pasión por algo que le ha importado demasiado desde que era muy pequeña: la moda.
 
Me gustaría que me contarais cuáles son vuestros pensamientos hacia este tema. Si estáis de acuerdo conmigo o si no y por qué.
 
Por cierto, sé que os dije que iba a publicar miércoles, viernes y domingos pero la verdad es que no me va a ser posible debido a que no podría compaginarlo con los estudios y con el canal de Youtube.
Eso sí, intentaré publicar dos veces a la semana y los domingos, fijísimo que tendréis nuevo post.
 
¡¡Espero que lo entendáis y os mando muchos besos a tod@s!!